Faltan días, horas para que terminen las campañas y si un estudioso se detuviese a observar con método la línea del tiempo, pongamos los últimos doce meses, siguiendo los actos de Javier Corral y las fechas electorales, necesariamente establecería la conclusión de que las encendidas declaraciones justicieras del gobernador eran una mera fachada intentando disfrazar de “compromiso con la justicia”, lo que en realidad era, es y, en los últimos días, ha sido una feroz persecución política contra la candidata de su partido.
¿Porqué tanta rabia contra Maru Campos? ¿Porqué su frenesí persecutor? ¿Pactó con el diablo? Imposible atinar explicaciones en una mente tan torva y retorcida como la de Corral. Pero si antes, con la mejor voluntad, hubo quienes atisbaron una lejana luz de verdad, una pizca de credibilidad en su acción justiciera, en los últimos días de la campaña la desesperación e impotencia lo han desvelado como la persona que es; un ser sin empatía ni compromiso más que consigo mismo.
En un arrebato descontrolado, producto de la angustia que le produce imaginar a Maru Campos en su lugar, ha sido capaz de ordenar, o permitir, que hackearan el twitter del “vulgar ladrón”, Cesar Duarte, en torno a quien hizo girar toda la actividad de su administración hasta convertirla en “duartecentrista”, sin reparar en que descuidaba sus deberes con Chihuahua. Su vileza adquiere tintes legendarios, lo mismo que su arrogancia; encuentra descabellado que su voluntad soberana sea desatendida y al verse ignorado reacciona con la mayor ferocidad contra quienes hacen planes diferentes a los suyos.
Insisto, ha perdido la cordura. En su obsesión contra Maru no se percata que da grandes zancadas al vacío, sin llevar de compañero a quine lo detenga o, de último momento, coloque sobre sus espaldas un salvavidas. Ya empezaron las demandas en su contra y esas no prescriben, los empresarios que ayer lo acompañaron hoy reniegan de él, exgobernadores que le hicieron testera durante la pandemia apoyan a Maru, los santones que impulsaron su carrera no quieren saber más de sus desvaríos y la militancia que votó por él está furiosa de verlo asociado impúdicamente con el enemigo común.
¿Supone que López Obrador lo protegerá, en el improbable caso de que Loera gane? ¿Piensa qué su club de intelectuales orgánicos seguirán adulándolo cuando dejen de recibir los ingresos? ¿Qué los funcionarios de gobierno responderán “si señor”, en cuanto pierdan la nómina?. Javier Corral está terminando hecho un guiñapo político y lo peor para él, es que sigue viéndose como el gran demócrata del país, el que sigue los pasos del mesías, el justiciero absoluto. Le vendría bien preguntar a sus amigos, si alguno le queda, que dicen todos los demás, quizás entonces comprendería que su espejo está embrujado, no es como todos es un black mirror.
Rompeolas
Fernando Baeza mantiene su desafío contra López Obrador. Bien pudo quedar en la conferencia de hace una semana, cuando llamó al presidente mentiroso más de diez veces, y hubiese sido suficiente para que la sociedad reconociese su sentido de compromiso con Chihuahua, en éstos complejos tiempos que nos obligan a tomar decisiones y partido. No permaneció ahí, mantiene vigente un tema que le resulta de la mayor importancia; las armas supuestamente extraviadas con las que López Obrador contó otra de sus muchas mentiras. En un boletín lamentó que el presidente no lo rebata de forma personal, sino que se valga de la SEDENA. Conminándolo a que de la cara, mantiene la pregunta central: ¿Cómo es posible que, al recibir las armas, la propia autoridad militar no denunció la pérdida del armamento y del equipo que dice que fue sustraído del operativo?. En cualquier gobierno democrático, de respeto al Estado de Derecho, ya hubiesen ordenado una investigación, como propone Baeza. En éste no pasará nada, prevalecen la voluntad personal de “los otros datos”.
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Tardaron, pero al fin Francisco Barrio, exgobernador del PAN, y Patricio Martínez, del PRI, se pusieron al lado correcto de la historia. Hicieron, cada quien a su modo, un llamado para que los ciudadanos que no simpatizan con la candidata del PAN, Maru Campos, den utilidad a su voto y no lo desperdicien votando por opciones que carecen de oportunidad. Desde luego a mucha gente le hubiese gustado verlos más activos y directos, Chihuahua les ha dado todo y la sociedad esperaría que cuando son necesitados retribuyan un poco de lo mucho que recibieron. Pero cada quien su estilo, lo importante es que dieron ese paso que tanto tiempo estuvieron pensando.
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Quienes conocen a Jaime Galván, son muchos políticos y empresarios, saben que estando detenido es una verdadera bomba de tiempo. No temen a lo que sabe, están preocupados por lo que suele agregar. Cuando estuvo detenido en Estados Unidos, aseguran, empinó a medio mundo con tal de conseguir su libertad condicional. Es cierto Jaime, que fulano mató a Colosio. Desde luego, yo lo vi y también al cardenal Posadas Ocampo. Es cierto que se hicieron estos y aquellos negocios en tal o cual sexenio, por supuesto, yo estuvo ahí. De “ocuparse”, Galván cantará más entonado y con mejor ritmo que un ruiseñor siguiendo a su hembra en celo.
