*Consulta de los expresidentes, una farsa

*AMLO se revalora hurgando en el pasado

*Corral sufre síntomas de soledad extrema

*Todos son traidores e indignos, menos él

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El domingo uno de agosto próximo el Instituto Nacional Electoral invertirá 528 millones de pesos para formular la siguiente pregunta a los mexicanos: ¿Estás de acuerdo en que se lleven acciones con apego al marco legal para esclarecer las decisiones políticas tomadas en el pasado por los actores políticos y garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?.

Esa es la pregunta autorizada por la Corte en respuesta a la solicitud de López Obrador para cuestionar al pueblo sobre si deben o no ser enjuiciados los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Ante el disparate de la petición presidencial, la Corte respondió con otro que nos hace recordar a Cantinflas; disfraza la sinrazón recurriendo a un galimatías que pudo ser llano de la siguiente manera: ¿Estás de acuerdo en que el Presidente López Obrador cumpla con la Constitución y las leyes que juró cumplir al asumir el cargo?.

La mayor infamia del Presidente, sin embargo, no está en someter a la Corte, los ministros pudieron mostrar dignidad y rechazar la sandez, radica en la vil mentira al pueblo de México. No busca enjuiciar a los expresidentes, quiere mantener vigente su campaña contra “la corrupción neoliberal y el conservadurismo” a modo de tapadera contra las grandes deficiencias de su gobierno, propósito en el cual no duda en tirar más 500 millones de pesos a la basura. Se justifica y revalora hurgando en el pasado.

Desde luego que Salinas entregó activos nacionales a sus amigos -entre ellos a Slim, el mejor amigo de AMLO- y toleró la corrupción de su familia. Por supuesto que el Fobaproa de Zedillo, al hacer pública –de todos los mexicanos- la deuda de los millonarios, es uno de los grandes atracos al país. De Fox y su estulticia poco podemos decir, pero mucho de la fallida guerra de Calderón contra el Crimen y la delirante corrupción de Peña Nieto.

Todos fueron atentados graves contra el pueblo de México, sin sombra de duda, pero todos se conjugaron a favor de López Obrador. Sin los errores de diciembre Salinas hubiese terminado como gran presidente, sin el Fobaproba Zedillo hubiese tenido una de las mejores y más honestas administraciones, si Calderón triunfa en su guerra contra el crimen hoy vivirían miles, cientos de miles de inocentes, sin estafas maestras, duartes, casas blancas ni ayotzinapas Peña hubiese pasado como un presidente reformista y modernizador.

México sería un país muy diferente, desde luego por que, entre otras cosas, sin ellas López Obrador jamás hubiese sido presidente. Esos mismos gobiernos a los que llama neoliberales le hicieron la campaña durante décadas, hartando a la población. Pero otra realidad incuestionada es que ahora él tiene la responsabilidad de gobernar y en lugar de hacerlo –no describiré la ensarta de fallas, descuidos, caprichos y omisiones- continúa empeñado en apuntalar su gobierno en los errores de ayer, haciéndose pasar por el incorruptible que ”no será tapadera ni alcahuete” de los anteriores.

No seré parte de esa monumental tomadura de pelo, la consulta es una vulgar farsa que atenta contra la dignidad de los mexicanos y describe al país como una ínsula caribeña donde el Estado de Derecho es prenda de campaña y manipulación de intereses políticos, de quienes juraron cumplirlo y defenderlo.

Y todavía falta el 21 de marzo, viene la consulta sobre el refrendo, que no revocación, de mandato. Para que tomen nota FRENAA y la IP, sigan su juego haciéndole de oposición leal. Son ingenuos si piensan que pueden derrotarlo presentando un frente contra él, en cambio lo dejan sólo y monta en cólera ¿No se han percatado que los necesita para satisfacer sus mezquinas ambiciones?.

Rompeolas

Me pregunto cuales son las “lealtades esenciales de Javier Corral”, dice tener muy tranquila su conciencia con ellas. Supongo que la primer lealtad esencial es Javier, la segunda Corral, la tercera Jurado y la cuarta Javier Corral Jurado, condicionadas todas a que juntas o por separado cumplan sus caprichos. Traicionó a Chihuahua, traicionó al PAN, traiciono a sus amigos -Álvarez Monge principalmente- y se traicionó a si mismo. Es cuatro veces traidor pero ahora los traidores son quienes “reciclan las lealtades, y hacen lo necesario para “granjearse una nueva oportunidad”. Por esa “indignidad contra sí mismo” siente pena ajena. Recupero íntegro el texto que firmó en sus redes: “Créanme que no me puede tanto la ofensa pública en mi contra, de varias personas a las que brindamos la oportunidad de colaborar en nuestro gobierno; tengo la conciencia tranquila sobre mis lealtades esenciales. Lo que en realidad me puede más, es ver tanta indignidad contra sí mismos; siento pena ajena de ver cómo se reciclan las lealtades, y todo lo que tienen que hacer para granjearse una nueva oportunidad o conservar un trabajo al que tendrían derecho por su propio esfuerzo.Que época tan frágil, la que ahora estamos viviendo, en el concepto esencial de la dignidad humana”. Lo he dicho en otros de sus cada vez más frecuentes desahogos: es Javier oficiando de Corral. Empieza a percatarse de su soledad y a entender eso de que los verdugos de hoy serán las víctimas de mañana. Su tiempo de pagar culpas está por llegar y no me refiero a las que impongan las leyes, hablo de la perversidad con que actúo, los odios exaltados que atenazan su alma. La maldad siempre se revierte contra quien la practica como forma de vida.