*La Universidad acosada por el “eje del mal”

*Fracasarán en su vulgar intentona golpista

*Heliodoro Araiza, una decisión inteligente

*Todo el apoyo del gobierno a Luis Rivera

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Más que un modelo académico, las reformas ensayadas por Luis Fierro pretendían un cambio político en la Universidad Autónoma de Chihuahua, con la desaparición de las facultades y en consecuencia de los consejos técnicos que dan gobernabilidad a la institución e inhiben la incursión de intereses externos. El propósito, presumiblemente sugerido por Luz Estela Castro, era colonizar la Universidad, tomarla como botín de los grupos de izquierda que Javier Corral empoderó.

Los planes aviesos colapsaron cuando se atravesó la gobernadora Campos destituyendo a Fierro, que ofició de marioneta dejándose manipular por la cuestionada ex consejera de la judicatura. En su lugar llegó un rector interno, Jesús Villalobos Jión, con la instrucción específica de revertir el proceso destructivo –las solicitudes de ingreso cayeron brutalmente y la universidad entró en una dinámica decadente- y reencausarla por el camino del que pretendieron separarla.

La intervención de la gobernadora para frustrar los planes de colonización fue tomada por el “eje del mal” –Corral, Lucha, Loera- como afrenta personal, ya se habían visto tomando a la Universidad. Son las fuerzas oscuras que pretenden desestabilizar a la universidad, aprovechando el amparo interpuesto por Omar Venegas, un abogado sin respeto ni reconocimiento del gremio.

Puede que esté metido Mario Trevizo, lógicamente resintió verse desplazado en la rectoría, y seguramente los Molina, con la influencia de un Consejero de la Judicatura Federal -Sergio- aprovecharon o ellos mismos promovieron el amparo de Venegas, valiéndose de una jueza sin compromiso con la justicia y mucho menos con la Universidad, para dejarlo firme.

Esta trama que ha sido revelada desde el escándalo de la suspensión, tiene lógica y pertinencia política, pues también se sabe que Venegas es compañero de generación de Sergio Molina, hay un claro vínculo que los une. Sin embargo ni a Trevizo, menos a Venegas les alcanza para mover a una jueza federal. Al que si podría alcanzarle es a Sergio Molina, ser consejero de la Judicatura no es menor, pero ni a él le alcanza para que mantengan el mismo criterio en la Revisión, menos tratándose de un amparo que abogados con criterio independiente califican de ridículo.

El  tema tendría relevancia si, como sospechan algunos, está instruido desde altos niveles de la 4T ¿Le gusta el secretario Adán Augusto López?. De ser el caso, la sociedad chihuahuense estaría en un serio problema, pues ya no se trataría únicamente de la Universidad en sí misma, estaríamos frente a un claro atentado contra Chihuahua. Consiguen su propósito desestabilizador y el costo social y económico para la entidad sería incalculable.

¿Tendría interés el gobierno de la 4T en convulsionar Chihuahua? Híjole, con esos cuates no se sabe, si se aliaron con grupos criminales para ganar elecciones en los estados del pacífico, todo se puede esperar. El tamaño del enemigo se verá en la evolución legal de la Revisión, donde los abogados del rector electo no deberían tener dificultad alguna para tumbar la sentencia de la jueza Zúñiga, está prendida de criterios políticos, no legales.

Sin embargo el huevo de la serpiente está incubado, lo calienta el “eje del mal”. Aquí subyace el otro problema, montados sobre la posibilidad del conflicto meterán la cola intentando estallarlo, en la crisis es donde justifican su existencia. Por esta razón fue un acierto dar posición a los diez directores electos, ellos contribuirán a la gobernabilidad desde el Consejo Universitario y pacificarán eventuales intentos de rebelión en las facultades.

Por la misma razón es necesario también que, a la mayor brevedad, elijan a los cinco directores que faltan, estén o no impugnadas las ternas. No es lo mismo administrar una crisis con todas las autoridades acreditadas y actuando, que administrarla con encargados del despacho esperando que los conflictos se profundicen esperanzados en permanecer en el cargo el mayor tiempo posible. Esos directores deben ser electos ya.

Tampoco es para generar alarmas, apunto lo anterior sin otro propósito que exhibir la vileza de quienes integran el “eje del mal”, personajes siniestros a quienes no les interesa ni la universidad ni Chihuahua, están movidos por aviesos impulsos revanchistas. Pero la Universidad es más grande que sus mezquindades, prevalecerá sobre las fuerzas oscuras que la asedian y muy pronto regresará a la normalidad, para frustración de sus acosadores.

Rompeolas

Pasado el medio día se daba por un hecho que Heliodoro Araiza protestaría como rector interino. Probablemente hoy lo elija el Consejo Universitario y mañana asuma el cargo. Sería una excelente designación, Heliodoro es un abogado con más de 20 años dando clases, tiene trabajos publicados en revistas arbitradas, es un abogado reconocido y respetado en el gremio y, muy importante en el presente momento, con amplio manejo y experiencia política. De confirmarse su nombramiento, el gobierno estaría enviando un mensaje a toda la comunidad universitaria y a la clase política de que está comprometido al cien con Luis Rivera, pues Heliodoro es muy cercano del rector electo. La importancia de ese nombramiento es que dan a la Universidad la gobernabilidad que necesita, contribuyendo a despresurizar la crisis. Supongo que Junto con Heliodoro entrarán los nuevos directores de área y demás funcionarios universitarios, siendo todos ellos recomendados por Luis Rivera.