Quedamos en que la campaña que va no es la que López Obrador tenía en mente. Sus planes eran sentar al viejo régimen en el banquillo de los acusados, desde Nueva York, pero el juicio contra García Luna reposa sin que pueda capitalizarlo. Caso similar al de Colosio, que pretendió reactivarlo por los 30 años pero la enérgica reacción del popular hijo y candidato a senador lo paralizó. En lugar de tener a Calderón o Salinas -o ambos- como ejemplos de corrupción y complicidad con los grupos del mal, él y sus hijos son los cuestionados. Reservaron el banquillo para los odios adversarios y miren, en plena campaña los queman violencia y acusaciones de corrupción.
Otra variante que salió de su control es Movimiento Ciudadano. La idea era inflar a Samuel García para restar votos a Xóchitl y, de ir muy bien la jugada, elevarlo hasta el segundo lugar pensando en desaparecer, de una vez, a la incómoda oposición que no se rindió a sus pies, o debilitarla de modo que le permitiese conseguir las dos terceras partes en ambas cámaras. Nada, Samuel García abandonó la contienda antes de iniciar, desvelando de pasada la inmoral complicidad entre “la nueva política” y lo peor del viejo y autoritario populismo. Agotadas las opciones, pusieron a un desconocido con problemas de alcohol como rostro de la campaña. Máynez no llega ni a farsa, queda en remedo.
Samuel García termina entrampado en su ambición de dinero y poder. Él y su esposa pensaron que la política es asunto de redes, pero la realidad los ha ido despertando bruscamente. El 28 de febrero Salvador García Soto, columnista de El Universal, hizo una entrega donde describe el desencuentro entre el famoso grupo de “los diez” y Samuel García. La reunión fue a iniciativa del gobernador, quien les habría pedido respaldar a Mariana su esposa, propuesta para presidenta municipal. García Soto concluye que le negaron apoyo, con el reclamo del ambiente de confrontación y “la situación del estado”.
Una fuente con acceso a información en los círculos más altos de la Iniciativa Privada regia, me confirmó la reunión agregando un dato valioso; “no solamente le negaron el apoyo, también le dijeron que no debía postular a su esposa, pues ellos ya tenían otro candidato”. García iba por lana y salió trasquilado, pero terco e imprudente siguió con los planes de su esposa, confrontando a los millonarios que han manejado a Nuevo León durante décadas, defendiendo sus enromes intereses incluso contra presidentes de la República. Imagíneles fantasear; hoy te hago presidenta, mi amor, mañana te entrego el estado. Ajá.
La respuesta del gran capital fue pragmática y firme, descargaron su apoyo poderoso en Adrián de la Garza Santos, un empresario y político del PRI con credenciales de haber sido el primero en ganar democráticamente la reelección de presidente municipal. Adrián es parte de la élite regía, si permaneció en las sombras durante el reinado de Samuel fue por acuerdo con los dueños del pueblo. Ahora lo reactivan no solo pensando en la alcaldía, también ellos están viendo hacia el 2027 y definitivamente MC no está en sus planes.
Otro apretón a la tuerca fue cortejar a Luis Donaldo Colosio, rostro vendible de MC en Nuevo León, atrayéndolo a su interés. Atemperado e inteligente, Colosio se distanció de sus compadres sin hacer estridencias y, en acuerdo con los empresarios, tomó discreto partido por Adran de la Garza. La misma fuente me reporta que los candidatos a presidentes municipales y diputados, locales y federales, subieron sus espectaculares acompañados de Colosio, todos menos Mariana Rodríguez. El grupo de Los diez tomó control de las dos puntas en la sucesión doméstica, De la Garza y Colosio, en ninguna de las cuales entra Samuel. ¿Vieron cómo resolvieron la sentencia del Trife al desconocer la Alianza? El PAN no lanzará candidato en Monterrey y ambos partidos irán acomodándose en el resto de las alcaldías y las diputaciones. Samuel y su esposa quedaron solos, sin respaldo del tlatoani, confrontados con el poderoso grupo de los diez y sin su rostro electoral, Colosio.
Pudiendo ser un factor determinante en la sucesión presidencial, Dante Delgado prefirió la complicidad de los oscuros e inmorales acuerdos con López Obrador, a riesgo de sepultar su partido. Al romper con Enrique Alfaro, perdió el mayor bastión del partido, Jalisco, por la obstinación de mantenerse subordinado al régimen. Esperando el si de Marcel Ebrard perdió la posibilidad de un candidato serio y competitivo. Perdió la candidatura de un bufón vendible, Samuel, quien le daría diez o doce puntos. Perderá Nuevo León, nada puede hacer para evitar que se le quiten. ¿Qué sórdidas ataduras lo pusieron en cuatro frente a López Obrador?, ni siquiera puedo imaginar.
La fuerza que restaría votos a Xóchitl está desecha, no es factor determinante, la deshizo el propio Dante Delgado. Su impúdica y tóxica subordinación a López Obrador lo inhabilitó como tercer actor relevante. Podrán aceptar o no, amigos súbditos del populismo, pero la realidad observable es que la elección quedó en dos, no en tres como calculó el tlatoani. Sigan ilusionados con las encuestas compradas por catálogo, la realidad seguirá poniendo a cada quien en su lugar y contra la realidad no hay voluntad ni capricho que valga. Llega la gente a las urnas y voltea la elección, así desplieguen el prontuario completo del cochupo conocidos y aumentado.
