*Sheinbaum obligada a poker
*La intemperancia del mesías

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Turbados por la profusa y agresiva intervención de López Obrador en las campañas, cuya propaganda mañanera distorsiona el humor político dificultando su correcta interpretación, influyentes opositores y columnistas independientes sucumben, sin percatarse, a la estrategia del “arroz cocido”. Ven y ponderan todos los defectos en la campaña de Xóchitl Gálvez, mientras celebran la rígida disciplina de Claudia Sheinbaum y dan por buenas las encuestas compradas.

Han sido incapaces de observar que la realidad electoral del país es diferente, muy diferente, a la descrita por el oficialismo. Los hechos nos dicen que tienen perdida la Ciudad de México y probablemente vuelvan a perderla, sus candidatos son lastrados por la crisis del agua, del transporte y los ajustes internos de cuentas; En Veracruz aumenta el rechazada a Rocío Nahle y allí los Yunes, caciques del estado durante décadas, hacen campaña juntos, decididos a tirarla. En Jalisco, mayor fortaleza de MC, Enrique Alfaro promueve voto cruzado en favor de Lemus y Xóchitl; En Nuevo León Samuel García tiene dificultades para encausar la campaña de su esposa para la presidencia municipal de Monterrey, donde la oposición toma ventaja considerable y Morena mal pinta.

Hablamos de dos padrones muy importantes del país donde la candidata del régimen debería ganar sin dificultades, no obstante encuentra resistencia ciudadana inesperada. Hablamos también del mayor reservorio de votos para MC, su partido palero, que pierde impulso en beneficio de la disruptiva candidata opositora. No son los únicos, en Morelos y Sonora, por ejemplo, la oposición está volviendo por las pésimas gestiones de sus gobernadores. Cuauhtémoc Blanco ha sido una desgracia para los morelenses y en Sonora comprobaron muy pronto que de nada sirvió un gobernador del régimen, están peor que antes.

Encima o debajo ponga los caóticos gobiernos de Guerrero y Campeche, ¿Cómo dar por bueno el estribillo de que van ganando dos uno, si el voto corporativo cruje frente al empuje ciudadano en algunas de sus principales plazas y MC en vez de hacer contrapeso parece tender hacia la oposición legítima?. Es irracional, sólo explicable por el atosigamiento de la propaganda y descarada intervención de López Obrador. Hizo del proceso una elección de estado, convirtiéndola en forzado referéndum de su gobierno. En estas elecciones Sheinbaum es apenas actriz secundaria.

En sus primeras entregas, opositores y columnistas no alineados coincidieron también en que Xóchitl desaprovechó el debate, desplegando una crítica a su incapacidad para mostrar seguridad y soltura. No se percataron, o la dejaron pasar, que la narrativa completa del encuentro fue una critica feroz al gobierno de López Obrador, el sentir de los ciudadanos que se tomaron la molestia de participar en la convocatoria del INE para formular preguntas. Es decir, el sentir de la sociedad.

Al mismo López Obrador no le cayó el veinte a la primera. Hasta dos días después, intolerante y de formas rupestres, explotó contra la candidata de su partido por no defender al gobierno. Luego de las severas amonestaciones mañaneras y dos extrañamientos seguidos contra Sheinbaum en la Jornada, la página oficial del régimen, los comentócratas advirtieron lo sucedido en el debate y entendieron los motivos del enojo presidencial. Los primero en ofrecer una correcta interpretación fueron García Soto y Riva Palacio, después llegaron Loret, Aguilar Camín y varios más.

La importancia del coscorrón público de López Obrador contra Claudia Sheinbaum no está en la división interna, él seguirá con su plan de imponerla. Lo relevante es la exhibida, confirma lo que muchos venimos diciendo de tiempo atrás: Sheinbaum es un proyecto de Juanita con miras al maximato lopista. No se irá como los anteriores, pretende seguir gobernando a través de ella. Cada una de sus acciones dejan ver sus oscuros deseos continuistas.

Fracasará, sus alocados afanes terminarán debilitándola frente a los electores independiente que rechaza el autoritarismo, pero no acepta ver a Xóchitl junto a “la vieja política”. Tengo mucha confianza en que, como elecciones anteriores (Fox, Peña, AMLO), una vez puestos frente a las boletas, ese grueso número de electores swicher decidan contra del populismo autoritario, haciendo a un lado los ascos al Prian,

El exabrupto intolerante de López Obrador abre una ventana de oportunidad a la campaña de Xóchitl. De la misma forma en que su soberbia la empoderó al cerrar la puerta de Palacio cuando exigió derecho de réplica, su excedido protagonismo la hundirá. Nadie quiere una juanita como presidente. Supongo que los estrategas opositores han advertido el rentable filón abierto por el presidente. Con ese antecedente irán preparando el humor social hacia el 28 de abril, fecha del segundo debate. El tema es seguridad, sabiendo que López Obrador la obligó a poker, ¿se raja y deja la silla vacía o se faja intentando defender lo indefendible?. Híjole, está de pensarse.