Bonitos “ahorros” de Corral

* Georgina reprende a Uriarte

* El ridículo de Yaco y Pavel

* ¿Esquiroleó el pato Ávila?

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Lo que faltaba, cero inversión en obras y programas de gobierno mientras las arcas rebosan de dinero. Tómelo con la reserva y precauciones debidas, pensando que solo se trata de molestar, pero lo mismo queda por aclarado que el dato llegó de un diputado federal priista, tras la reunión que los legisladores celebraron con Javier Corral el martes por la noche, a propósito del presupuesto para el 2018.

Sea por candidez, sinceridad o lanzando al azar un anzuelo con el fin de recibir luces exteriores que lo ayuden a invertir el dinero, el gobernador confesó ante los diputados que la Secretaría de Finanzas hizo un ahorro de 1,600 millones de pesos e incluso que propuso al secretario de Hacienda, José Antonio Meade, empatase la cantidad.

¿Hasta ese nivel llegará la ineficiencia del gobierno panista? Como se dijo, queda en usted dar crédito, pero hay certeza de que las versiones sobre subejercicios en diversas áreas de la administración estatal, son cada vez más frecuentes y puntuales. El martes Corral en persona las habría dejado reconocidas en presencia del enemigo.

Hay más, también –este habría sido Gustavo Madero- reconocieron la existencia de una bolsa compuesta por 1,400 millones de pesos, producto del peaje en los puentes fronterizos, dinero presuntamente reclamado –para inversión- por la diputada Adriana Terrazas. En fin juarita.

¡Trágame tierra! mientras prevalece una parálisis en inversión pública, Fuentes Vélez guarda bajo el colchón tres mil millones de pesos, de los cuales mil seiscientos serán devueltos a la Federación en la hipótesis, altamente probable por el tiempo del año trascurrido, de no aplicarlos en lo que resta del año.

Inaudito lo que sucede con las finanzas estatales; por un lado piden a gritos la reestructuración de los 20.4 mil millones, llevan al sindicato de Bachilleres hasta el límite del levantamiento alegando falta dinero para el pago de prestaciones, dejan sin medicinas ni material de curación a los hospitales, renuncian a toda obra pública y por otro presumen ahorros millonarios como si fuese una gracia. Bonitos ahorros los del Nuevo Amanecer.

Y falta otro dato, presumiblemente –también trascendió durante la reunión del martes- este año el gobierno de Chihuahua perdió o está en vías de perder 300 millones de pesos por desatender el llamado “Programa de Desarrollo Regional” ¿El motivo? Los señores no presentaron proyectos para justificar la inversión, a pesar de que ese dinero fue aprobado en el presupuesto.

En serio, no sean así, háganlo por la gente que les confió su voto o si quieren hasta con fines meramente electorales, pensando en refrendar la preferencia ciudadana el año que viene ¡Pero hagan algo, lo que sea en beneficio de Chihuahua! Es imposible aplaudirles una.

Si algo es imperdonable en la administración pública, es dejar dinero en el cajón por desconocimiento de la normatividad, impericia administrativa o desinterés, que para el caso presente da lo mismo, todo queda reducido a “INEFICIENCIA y DESDEN”.

El otro detalle importante de la reunión en comento, quedó explicado en la ausencia de la diputada Georgina Zapata, Secretaria General del PRI. Le pareció inadecuado que Fernando Uriarte, coordinador, aceptase los términos de hora, modo y lugar impuestos por el gobernador, siendo que semanas atrás condicionó a Omar Bazán a que fuese hasta sus oficinas en la Cámara de Diputados, si quería reunirse con ellos.

Ahí radica la rebeldía de la diputada, reprueba el comedimiento de Uriarte hacia Corral y la mano dura con su jefe del PRI, por eso la inasistencia. Guarda lógica, a su presidente de partido le impone condiciones para un encuentro de cortesía, pero en cambio acepta los condicionamientos del gobierno panista para una reunión de trabajo.

Qué ondas Fernando, el que va tras los huesos de Duarte para trasladarlo a San Guillermo es Corral no Bazán, pensará la diputada.

Ante las frustraciones de la Pety Guerrero por abortar la marcha de los Tarahumaras, observadores del movimiento indígena interpretaron que Heraclio Ramírez, Pavel Aguilar y los organizadores chavochis de la marcha pusieron de rodillas al gobierno, sobre todo después del encuentro del sábado en Creel.

Todo lo contrario, hicieron un ridículo mayúsculo iniciando la manifestación muy solventes, para claudicar tres kilómetros adelante, pues decidieron dejarla por concluida en Bocoyna.

Y lo hicieron al aceptar por buena la promesa gubernamental de que formarían una comisión –debidamente integrada por gobernadorcillos indígenas, para la foto del folclor, por supuesto- cuya promesa es resolver los problemas planteados: educación, salud, empleo, vivienda. Así, en abstracto.

Como la ve, tan exitosa fue la marcha de Ramírez y Pavel que aceptaron la comisión ofrecida, dando por hecho que así desaparecerán los ancestrales problemas indígenas.

Ya ganaron, en la sierra será un antes y un después de esa malograda marcha, pues a partir de ahora los rarámuris chihuahuitas estarán mejor que los mescaleros con todo y sus casinos en Nuevo México.

Si Corral hizo el ridículo con la “importante conferencia de prensa” en la ciudad de México, para tomarse la foto –estilo su amigo el impresentable Noroña- adelante de un diablito con cinco cajas de pruebas contra Duarte; el Yaco Ramírez y Pavel Aguilar lo emparejaron el mismo día, sólo que más tarde. Eso se llama solidaridad con el amigo.

O como dijo un menonita ocurrente: los indígenas desistieron de caminar por que les dieron pinole de las despensas rezagadas del sexenio pasado que guardaba el DIF, diluido con maseca y sin azúcar, y guaraches con hule de bicicleta corrida en la montaña, en lugar de los gallitos firestone que dejan los sicarios del mal en cada camioneta abandonada, que por cierto abundan de un tiempo a la fecha.

También mucha gente interpretó como deplorable el papel del sacerdote Jesuita, Javier Ávila, apodado en la región “Pato”. Consideran que se prestó a desactivar la manifestación, haciendo las veces de esquirol.

¿Será? Duro calificativo para un sacerdote que vende su imagen como férreo defensor de las etnias, capaz de dar su vida para redimir a los indígenas maltratados, refrendando así su opción preferencial por los pobres. El mundo al revés, el pato esquiroleando, dice la gente.