La violencia no da tregua

* Metamorfosis de Morena

* Trotes del caballo Guzmán

* Mano pesada de Yeidckol

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La violencia no da tregua, regresaron los ajusticiamientos nocturnos en conocidos bares, trastocando la vida de los chihuahuenses. Otra vez está presente la vieja sensación de que “estábamos mejor cuando estábamos peor”, recordando la peor época del gobierno de Calderón, cuando los ministeriales tomaron al estado como centro de esquilma y extorsión.

Hoy la situación es diferente, no son los agentes federales quienes generan el malestar, pero si está claro que las fuerzas de seguridad no pueden contener, en lo mínimo, a los grupos de bandas rivales que se disputan el territorio estatal, provocando coletazos secundarios como el asesinato del sábado en la Hacienda.

Ese tipo de hechos son los que alteran la tranquilidad social, suceden en centros muy concurridos y se viralizan de inmediato. En cuanto se supo del tiroteo, las primeras versiones fueron que mataron a cuatro e hirieron otros tantos, rumores alimentados en el natural morbo que causan las muertes violentas. Imaginen a los testigos, todavía están temblando.

Es un llamado de atención para la autoridad municipal, no por que puedan contener la violencia, el mismo Estado se declaró impotente los ayuntamientos poco pueden hacer, sino por que de continuar esa dinámica de sangre –que no ha cesado en meses- pronto pasará factura a la presidenta municipal.

De acuerdo a los sondeos Maru Campos tiene una importante aceptación popular, ella y su equipo han sabido venderse bien ante la gente, lo que facilita su reelección, pero contra la violencia nada se puede y la gente pronto buscará culpables. Aguas, no están lejos de aquellas épocas fatales.

La izquierda militante de Chihuahua –los de pipa y guante son la intelectualidad y la cultura- está construida sobre una tradición de choque con el gran capital, de activistas que pasan o intentan pasar por hombres y mujeres de modestos recursos que viven en la medianía juarista tirando a la austeridad y postulan sus convicciones como logros personales. Hasta que consiguen la forma de ganar dinero, dicen sus detractores.

En este ciclo electoral la izquierda agrupada en torno a Morena sufre una metamorfosis radical en Chihuahua. Su cambio admite la pregunta de si continúa siendo izquierda o simplemente la vieja ideología quedó atrás para dar paso a un frente de acaudalados admiradores de López Obrador, sin convicciones ideológicas pero interesados en el cambio del país.

Miguel González, empresario importante de Chihuahua, se convirtió en uno de los activos más respetados de Morena en la entidad, por abrirles la puerta del sector yupi que antes tenía negado el tabasqueño. El sábado convocó en su casa de Bosques de San Francisco –dónde más- a los nuevos acólitos y vaya que sorprenden los nombres.

Ahí estaban apellidos como Terrazas, Baeza -los ricos no los políticos de Delicias- Laguette, Sarquiz Lara y otros de la misma estirpe esperando la llegada de Yeidckol Polenski, la influyente operadora política de Andrés Manuel que pronto tomará las riendas formales del partido.

A estas alturas de la precampaña no extrañan esas reuniones. Desde aquel evento en el antiguo Soberano, hoy Sheraton, presidido por Poncho Romo, el empresario de mayor visibilidad al servicio de López Obrador, la gente del dinero y profesionistas exitosos empezaron a ver en Morena una alternativa real de cambio.

¿Será? por entusiasmo no quedará, son los hijos de los antiguos capitanes de la Iniciativa Privada chihuahuita que no quieren estar marginados de un posible golpe de timón en el Gobierno Federal, si López Obrador hace buena la tercera. La sola idea de ser parte de un movimiento con posibilidades de triunfar los alienta.

Por cierto, en esa reunión estuvo también el Caballo Guzmán, alcalde independiente de Parral, quién presumiblemente cuajó un acuerdo electoral completo con los morenos. Es una jugada inteligente, pues le garantiza la reelección sin mayores dificultades y en reciprocidad ofrece votos nuevos al candidato presidencial, lo que tanto necesitan para avanzar en el norte del país.

Esa si es una alianza de ganar-ganar, si el Caballo consiguió la Presidencia Municipal por la vía independencia hace año y medio, refrendarla no sería difícil con los votos extras que pueda conseguir de los morenos.

Escenario diferente en Juárez con Armando Cabada, allá se prefigura una distribución electoral a cuartos: PAN, PRI, Morenos –en Juárez es donde tienen su mayor fortaleza- e independientes.

Esa composición de fuerzas partida en cuatro les permite avistar la Presidencia Municipal más importante del estado, después de la capital. ¿Tanto así? Son sus cálculos, recuerden que ahora están mas crecidos que nunca.

Aseguran que ya no los harán tarugos en las casillas, como en elecciones anteriores, pues conseguirán representantes en el 97 por ciento de las mismos. Su nueva estructura más el entusiasmo popular en torno al candidato los vuelve locos y suponen que las elecciones serán un trámite. No lo vean tan fácil, la mafia se agrupara nuevamente para derrotarlos y son enemigos formidables ¿Ya olvidaron el peligro para México?.

Para cerrar el tema morenista, trascendió que a media tarde Polensky tuvo una reunión con la estructura del partido, los viejos militantes rebeldes contra los que llaman “externos”. Ahí los habría puesto en su lugar, con rigurosas amonestaciones, pues dicen que la señora tiene la mano pesado y no permitió que su advertencia fuese interrumpida ni por el vuelo de un moyote.

Les hace falta un estatequieto, como se ha dicho en otras entregas, los de la izquierda militante de tantos años, probablemente algunos vengan desde el viejo Partido Comunista, rechazan que los externos se queden con las mejores candidaturas, mientras ellos siguen calentando banca, como lo han hecho durante décadas.

Pues si, tienen razón en sentirse avasallados, pero la idea general es conseguir votos donde antes no los tenían y su área de influencia está muy acotada. Abrirse a nuevos personajes que sumen en lugar de colgarse de la popularidad de López Obrador, es una necesidad imperiosa para la elección general.

En ese sentido toda pretensión secundaria queda supeditada al objetivo principal; la presidencia de la República para el PG ¿Hay otro objetivo? Desde luego que no ahí empieza y termina la estrategia electoral.