*Ubican a Duarte en Miami-Dade

* Platicas secretas en gobernación

* Víctimas colaterales del corralazo

* El PAN reducido a caricatura

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Uno de los columnistas mejor informados del país, Raymundo Riva Palacio, hizo pública la ubicación de César Duarte. Según él desde marzo del año pasado radica en el área de Coral Gables, al sur del condado de Miami-Dade, donde vive con su familia y recibe la visita de amigos íntimos.

Afirma que la PGR y el Departamento de Estado del Gobierno Norteamericano tienen conocimiento de su actual residencia, pues Duarte no lleva vida de prófugo ni pretende esconderse, tanto así que rentó el departamento con su nombre.

Riva Palacio confirma lo que siempre se supo, la imposibilidad de que un personaje de alto perfil como el exgobernador pueda esconderse en el país mejor vigilado del mundo.

Nadie tenía duda de que estaba perfectamente ubicado, el punto relevante de la información está precisamente en la revelación, esa información solo pudo recibirla el columnista por fuentes de la PGR, el Departamento de Estado o el mismo Duarte.

Ponga usted que fue la PGR quién filtró el dato ¿Previene a Duarte para que se ponga, ahora si, en fuga o bien anticipa su captura? Lo segundo parece más lógico, como manejé ayer antes de conocer el dato específico; su detención es inminente.

Corren apuestas, regresará Duarte a México en cuestión de días, semanas o meses? Por el rumbo que tomó su caso todo depende del Gobierno Norteamericano, pero da la impresión que la PGR tiene prisa.

En éste contexto deben entenderse las negociaciones secretas entre la Secretaría de Gobernación y el gobierno de Chihuahua, confirmadas en días pasados tanto por Gustavo Madero como por el secretario Alfonso Navarrete Prida.

De tales pláticas jamás se conocerán los detalles, no al menos en el futuro inmediato, pero es válido suponer que discutan sobre el escándalo Duarte en su conjunto, las implicaciones político-electorales y la forma de cerrarlo dejando satisfechas a las dos partes confrontadas, o sea el estado y la federación.

Como siempre cuando prominentes miembros de la clase gobernante se ven sujetos a procesos judiciales, Navarrete Privada y Corral, o quienes sean sus representantes en las negociaciones, estarían cocinando una salida política que luego revistan de judicial. Es como se aplica la ley en el país ¿Alguna vez ha sido diferente?

Javier Corral pegó primero y por su contundencia adquirió una posición de fuerza en las negociaciones, pero la Federación recobró el aplomo y se hizo de dos elementos que la meten al juego con ventaja.

Está primero la intervención de la Fepade atrayendo el caso de presunto peculado electoral, con el cual arrebata la bandera al gobierno estatal y supedita los otros delitos a su actuar. En el fuero común resolverán los otros delitos, si pero la Fepade llevaría mano.

Más valioso uno que le cayó del cielo al gobierno de Peña; el presumible involucramiento de figuras panistas en la muerte de Miroslva Breach, homicidio de relevancia nacional.

También ha trascendido que la PGR filtró información en el sentido de que irían por los funcionarios panistas que aparecen en la investigación, mismos que la Fiscalía local ha protegido y a quienes Corral exoneró en público muy a principios  de año.

Los nombres de dichos panistas han sido citados por la prensa doméstica en diversos momentos, uno en específico y el que más atractivo tiene para la PGR, es el de Pepe Luévano, Secretario Particular del gobernador Corral y presidente interino del PAN cuando sucedió la grabación que los inculpa.

Luévano junto con los otros panistas involucrados serían las víctimas colaterales de los maxijuicios, en caso de que la cuerda reviente por lo más delgado durante las negociaciones de trastienda entre Gobernación y el Nuevo Amanecer.

Demasiada información para ser procesada en tan corto tiempo, pues si, pero estamos ante el principio del acto final que cerrará parcialmente –de Javier Corral todo puede esperarse- la mayor confrontación que haya tenido un gobernador de Chihuahua con la Federación.

Los otros eslabones débiles en la cadena son Maclovio Murillo y César Augusto Peniche, asesor jurídico e ideólogo de los maxijuicios, y Fiscal General del Estado. Ambos son piezas desechables y si las partes consiguen una la salida negociada sus servicios serán innecesarios.

Ay nanita, se hicieron de poderosos enemigos entre quienes Duarte es niño de pecho, con el caso resuelto en términos políticos quedarán en precaria situación, pues nadie en el gobierno del Nuevo Amanecer meterá las manos por ellos si los agraviados deciden revirar.

Y tengan por seguro que las de vuelta llegarán, la pregunta no es si Beltrones, Duarte, la Coneja y los otros involucrados tratarán de vengarse, sino cuándo y cómo.

Ricardo Anaya convirtió al PAN en un partido de caricatura, dominado por las más bajas pasiones políticas. Es una pena por que muchos mexicanos lo veían como una opción sincera y efectiva contra la corrupción y el mal rumbo del país, sin embargo hoy está reducido a nivel de partido familiar.

¿Conoce usted a Martha Érika Alonso? Hasta hace sólo seis o siete años nadie la conocía fuera de su entorno familiar, pero tomó protagonismo en Puebla al casar con Rafael Moreno Valle.

Bien, sin mayor antecedente político que ser la esposa del “ex” ayer fue postulada por el PAN para candidata a gobernadora, marginando a las figuras mejor formadas de la entidad, entre ellas a Javier Lozono, ahora vocero de José Antonio Meade.

Alonso es producto de un acuerdo vergonzoso entre Anaya y Moreno Valle, según el cual el exgobernador depuso sus aspiraciones presidenciales a favor del ahora candidato del Frente, a cambio de que entregase el gobierno estatal a su esposa. Sería una reelección simulada.

Lástima de partido, ayer Anaya decía que está más fuerte que nunca ¿Será? La continua sangría de militantes lo desmiente. Los últimos dos son la senadora Gabriela Cuevas que se fue a Morena y Julio Di Bello, incorporado a la campaña de Meade. Hasta Corral duda sobre la victoria de Anaya, por eso dice que no le incomodaría un triunfo de López Obrador. La ambición de Anaya despedaza al PAN.