Maru Campos hizo lo que ningún otro alcalde en la historia de Chihuahua, aumentar de un drástico jalón el impuesto predial, 22 por ciento de un año al otro, sin contar los ajustes a las tablas catastrales. Es una medida dolorosa pero necesaria, explicó, y más tarde, convenciéndose a sí misma de la impopular decisión, apostilló con un “es mejor ahora que después”.
Si las finanzas municipales son estables desde Patricio Martínez, pionero de una cultura de eficiencia administrativa respetada por los siguientes alcaldes ¿Porqué necesita el cabildo de hoy aumentar el predial? Se entendería en finanzas colapsadas como las estatales, pero entre los municipios grandes del país Chihuahua es considerado “rico”.
El aumento lo necesita la presidenta, se allegará de recursos que le permitan hacer una administración lustrosa como parte de su precampaña a la gubernatura. ¿La pensaron bien? ¿Están seguros que su decisión es correcta, hoy podría restar pero a la distancia suma?
Sus asesores apuestan por la famélica memoria ciudadana; que venga hoy el crujir y rechinar de dientes pues el coraje pasará en cuatro, cinco, seis meses a lo más. Puede, el frenesí mediático del momento hace efímeros los escándalos públicos, mañana López Obrador o Corral estarán en el centro de la polémica y el predial se habrá olvidado.
La segunda apuesta es al bono democrático, al que algunos en su entorno próximo sobredimensionan llamándolo “línea abierta de crédito”. Lo tiene, es la panista mejor calificada por los electores, las urnas no mienten, despedazó juntos a Morena y PRI.
Pero ésta vez han pegado a los ciudadanos que votaron por ella donde duele, en el bolsillo, abriendo un ventana hacía la crítica que hace mella, es decir la que corre de voz en voz, colonia en colonia, mercado en mercado. Esos comentarios socarrones permean como humedad e invariablemente dañan.
Quienes tienen intereses en el municipio justificarán la medida, pero cuando los contribuyentes ven el costo de su recibo sabrán en su interior que los abofetean, entonces la presidenta ya no será “Maru la buena onda”, sino “Maru la que dobló el predial”.
Contra esa sensación de inequidad y desamparo, traducida en frases populares como el nos está robando, por que no se bajan el sueldo ellos que ganan tanto, mejor que le cobre a los ricos y a los morosos de siempre, no hay bono democrático que aguante ni memoria suficientemente flaca.
Otra vez, piénsenla bien, si avanzan correctamente, sin nubes en el horizonte, que sentido tiene moverle la cola al diablo. Con los ajustes anuales a las tablas catastrales –aumentos simulados- es más que suficiente para la precampaña que imaginan.
Tengan en mente otro factor, en la batalla por la alcaldía Maru jugó sin rivales de respeto, iba sola; hacia la gubernatura tiene competidores consistentes dentro y fuera del PAN. Confundir Chihuahua ciudad con Chihuahua estado es un error.
Hoy inicia la consulta sobre la ubicación del nuevo aeropuerto. Ningún actor en la vida pública o privada del país la toma con seriedad, no podrían hacerlo sabiendo que se trata de una farsa insensata.
Sin embargo es de lo más relevante para el futuro del país, la sola realización desestabiliza los mercados; el dólar ronda los 20 pesos y la bolsa siguen en precaria estabilidad, al menor movimiento podrían colapsar. Imagine que “gane” Santa Lucía.
El presidente electo salta sin paracaídas. Quizás esté acostumbrado, ganó las elecciones peleando durante dos décadas contra el sistema, que más da revertir un proyecto, así sea multimillonario y de la mayor importancia para el desarrollo del país.
El problema es que ahora sus errores repercuten para mal en todos los mexicanos, ya no es el tabasqueño dispuesto a derrotar la mafia, hoy tiene la mayor responsabilidad pública. Sus palabras y hechos impactan directo en la vida púbica.
No veo, de momento, una crisis financiera del tipo errores de diciembre del 94, las finanzas están afianzadas como nunca en la historia, pero sienta un pésimo precedente dentro y fuera del país, cuyas repercusiones a futuro son inimaginables.
Estoy con los que decidieron no salir a votar. Para qué si la decisión es de López Obrador. No me presto a esa farsa.
