Desde que Peña Nieto bajó las manos, durante las últimas semanas de la campaña, dejando sólo a Meade, y en el mismo periodo López Obrador declaró, insistente, que no voltearía hacia el pasado buscando culpables de corrupción, estoy convencido de la existencia de un acuerdo de impunidad sellado entre ambos, al amparo de la oscuridad. Entiendo que Peña se avino al acuerdo sabiendo que firmaba un pacto con el demonio y encima sin garantías; el cumplimiento de los acuerdos quedó a la voluntad del ganador.
Los primeros justiciables de alto perfil en el nuevo oficialismo son Emilio Lozoya, su familia y el empresario Alonso Ancira, detenido en España a la espera de que se resuelva el juicio de extradición. La madre de Lozoya está detenida en Alemania y el exdirector de Pemex ha renunciado a dos suspensiones definitivas de la justicia federal, con tal de no presentarse a declarar. Sabe que los jueces le reservan otra orden de aprehensión y de llegar al juzgado lo dejan detenido. ¿Le recuerda a los maxijuicios de la corrupción local? En todas partes la justicia al servicio del tlatoani en turno.
Esas detenciones no me parecen significativas para dar por sepultado el pacto avieso, el nuevo oficialismo necesita perlitas que distraigan al pueblo sabio y bueno, alguien debe caer. Sin embargo lo de Rosario Robles y la llamada “Estafa Maestra” es diferente, ahí existe una hebra de la que pueden tirar hasta donde López Obrador quiera llevarla.
La Fiscalía General de la República y los órganos de seguridad del Estado tendieron la red y López Obrador soltó la amenaza, para los interesados que decidan escucharla: “Todos los que puedan estar implicados se llaman a declarar y de esa forma van saliendo hipótesis para que haya justicia y se tomen en cuenta a todos los implicados”, advirtió ayer durante su conferencia matutina.
Sabe de lo que habla, en la Estafa Maestra están involucradas 11 dependencias federales, ocho universidades públicas, entre ellas la UNAM, y más de medio centenar de funcionarios. Si tiran de esa hebra con ganas de hacer justicia, encontraría que medio gabinete de Peña tuvo algún grado de participación en la sospechosa operación. De ahí hasta llegar al expresidente sólo media un paso. Ay nanita, salgan que la “contra-transformación” exige mártires.
Lo que no sabemos es hasta donde quiere llegar el presidente, la justicia mexicana es en acomodo a los intereses del poder e igual se trata sólo de un mensaje cuyo fin sería dejarlos atados a sus mecedoras doradas o hacerlos marchar a su ritmo, como le gusta al “amado líder”. El que no ayude mejor guarde silencio o le suelto su orden de aprehensión.
Es probable, sólo podremos comprobarlo en la medida que avancen las investigaciones y veamos hasta donde está dispuesto a ir, recordemos que Rosario Robles rompió con AMLO por el bochornoso escándalo de “las ligas” que destrozó la carrera política de René Bejarano, uno de los operadores políticos más leales y eficientes de López Obrador y en consecuencia sólo va contra ella. Siempre, han dicho, responsabilizó a Rosario de aquellos videos, pues conocía su relación sentimental y de negocios con Carlos Ahumada, el empresario argentino que los filmó y facilitó a Televisa para que fuesen exhibidos.
De cualquier forma Enrique Peña Nieto no se fió y, en previsión de lo que el tiempo encoja, trasladó su domicilio a Madrid, en lo que ha sido interpretado como un cómodo autoexilio. Tampoco se fía Emilio Lozoya, ha renunciado a dos suspensiones definitivas temiendo que al declarar lo detengan. Bien, pues sólo como recomendación oficiosa al resto de los involucrados, vayan tomando sus providencias, no sea que mañana entren en la ronda de los justiciables del nuevo y siniestro oficialismo.
Rompeolas
Sujeto a su habitual impulso de soberbia desbordada, Javier Corral quedó enganchado en dos temas de los que no hay forma de salir exitoso; CAM de Santo Niño y la ley contra el maltrato animal. En Santo Niño no es cuestión de saber quien tiene la razón ni quienes, por el motivo que sea, sueltan su gato a retozar. Se trata de lo que piensa la gente, en especial los vecinos del sector, y ellos encuentran irracional que les quiten las canchas, habiendo tanto espacio donde construir en la misma zona. En cuanto a la reforma de palenques y toros, decía ayer, si deja las cosas como están el gobernador nada gana, pero abriendo un frente donde encontraría miles y miles de dolientes, necesariamente minará su menguada popularidad.
……………………….Otra comparecencia frustrada para Ricardo Yáñez. No hay nada peor que albergar esperanzas y verlas desechas en la voluntad inamovible de un juez de consigna. Pero su día se acerca, ayer el gobernador declaraba que si ya pagó por lo robado puede quedar libre, lo que previsiblemente está resuelto con 16 millones –¿tan poco? ¿Qué no eran 300?-. Esa declaración es más importante que la sentencia del juez. Ánimo Ricardo, no hay día que no se llegue ni fecha que no se cumpla.
