*Impulsos de la sinrazón

* Maru con freno de mano

* Tocamientos impuros

0
0

Cómo entender, imposible asimilar los impulsos de la sinrazón llevados a grado extremo. Es que hay veces en que todo sentido común es desplazado de golpe y en su lugar se instala la lógica del despropósito, despertando dudas sobre la capacidad de ciertos gobernantes para ejercer el cargo. En serio, la gente se pregunta si saben lo que hacen o actúan por que si.

Han pasado casi tres años y la administración de Javier Corral no ha dejado ninguna obra digna de mencionarla una vez finalizado su mandato –le restan dos años que puede aprovechar- y cuando se propone construir un Centro de atención a niños con diversos grados de discapacidades, proyecto loable hasta para los mayores detractores del gobernador, en lugar de promoverlo como una de sus mejores acciones a favor de los más necesitados, funcionarios inanes polarizan el ambiente social y generan rechazo.

Pudiendo matar dos pájaros de un tiro, regenerar el sector de las canchas y entregar el Centro de Atención Múltiple, en la más insensata de las decisiones los baten y despiertan la inconformidad ciudadana en uno de los barrios más populares de la capital. Es poco el amor y lo consumen en celos. Así cuándo.

¡El CAM si, las canchas también! Dice la gente. Desde luego, quieren los dos y se resisten a que la existencia de uno cancele otro, por más descuidado que lo tengan. Sólo imaginen, señores de gobierno, un doble frente; por una lado la regeneración de ese rincón de la ciudad y por otro la construcción, en cualquier lugar de la misma colonia, del Centro que tienen proyectado. Los vecinos de Santo Niño brincarían de gusto, rendidos a sus pies.

En cambio, al llegar tan lejos con el dislate, no tienen otra que tragarse el sapo. Así que diligentes y adelante, construyan el Centro sobre las canchas y ocúpense de que pueda ser usado por los niños más necesitados, como lo tienen prometido. Tras el escándalo –prevaleciente hasta la fecha- estará permanentemente observado por los vecinos. Con suerte son tan exitosos que la inconformidad cese antes de las elecciones.

Por que ahí está el otro punto, Santo Niño es un barrio muy politizado, como pudieron observar los funcionarios de gobierno que se batieron -¿Cierto Luevano?-, sus electores son de los que no dan el voto, lo prestan. Sintiéndose afrentados harán uso de la única arma que tienen contra los atropellos del gobierno; su voto.

Desde luego que Morena y otros partidos de oposición sueltan su gato a retozar, imposible verlos detenidos por más torpes y anodinos que sean sus dirigentes o maiceados que tenga el gobierno a sus diputados. Ni como recriminarles, es la forma en que el PAN fue minando al entonces poderoso PRI, hasta desplazarlo en el ánimo electoral.

Dirán que importa poco y probablemente tengan razón, a fin de cuentas se trata sólo de un barrio, un sector de muchos populares que componen la ciudad. Visto como incidente aislado, quizás. El caso es que el gobierno del Nuevo Amanecer va de una tras otra, erosionando la menguada credibilidad del PAN y complicando la elección a los futuros candidatos. Tengan presente, los disparates de Corral van con cargo al PAN, como los de Duarte lastraron al PRI hasta hundirlo.

Rompeolas

Maru Campos, apremiada por su sentido electoral y prevenida por el trípode de su asesoría –Malo, Mario y García Portillo- ha nadado de muertito en la crisis del CAM. Si hubiesen conocido a Artemio Iglesias dirían que caminan “por la orillita para no salpicar”. Hacen bien, el batidillo lo agitan en Palacio. Pero moverse por las vías informales les vendría bien, la gente está molesta contra la marca, su marca. Ustedes sabe cuales serían las consecuencias prácticas en el corto plazo.

…………………….

Pues que ni besamanos ni reconciliación, el encuentro de ayer entre Javier Corral y la cúpula de la Unión Ganadera, encabezada por Lalo Prieto, su presidente ¿Será? Más bien me parece una primera aproximación indecorosa entre ambos, con fines de futuro amasiato basados en estricto interés. Los ganaderos son livianos de cascos y prontos a caminar de reversa cuando los llama el tlatoani en turno, así les ofrezca sólo promesas. Pero el encuentro es interesante, sabiendo que en la Unión están presentes los exgobernadores Patricio Martínez y César Duarte. ¿A poco Lico Duarte y Gustavo Madero ofician de celestinos?