GOBERNADORES CON SU BOTECITO CHILERO

*A robar, cuando el salario no alcanza

*Inseguridad bordea los cien días

*Hermosillo en manos del Pony Lara

0
2

En la incertidumbre mundial por el arribo de Trump a la presidencia del poderoso vecino y el gasolinazo con todas sus consecuencias, los gobernadores fronterizos del país van de un lado a otro, con la frente en alto y la postura erguida, pensando en que hacen algo por el país.

Viajan de la Conago a la frontera, de la ciudad de México a las capitales de sus estados, frenéticos sin percatarse de que nadie les hace caso. Sin embargo no se inmutan, mueven sin cesar su botecito chilero esperando que alguien los tome en cuenta.

Peña hizo el primer desaire, cuando el frustrado Pacto Económico. Mientras el secretario Meade entretenía a los gobernadores, en la Comisión de Energía de Conago, en los Pinos el presidente encabeza un frustrado Pacto Económico que los excluía. Más que desaire fue grosería, pues ni tan sólo les informaron de la cumbre.

Inquietos como son, el lunes se trasladaron a Tamaulipas en reunión fronteriza, a la que también acudió Graco Ramírez, gobernador de Morelos, aspirante a candidato presidencial por el PRD y presidente en turno de Conago, además de Javier Corral y Jaime Rodríguez, que no faltan a una.

En Tamaulipas propusieron medidas contra le gasolinazo, fustigando a Peña como responsable del mismo y anunciaron que promoverán medidas contra el nocivo efecto en la frontera.

En Los Pinos ignoraron la reunión, pues no asistió ningún funcionario federal de alto perfil, a no ser el delegado de gobernación en la entidad, que hizo presencia sólo para reportar de primera mano las incidencias de la reunión. En Washington menos, allá están con los correos filtrados por Putín y el naciente desencuentro con las democracias europeas, incluida la de Londres, sus aliados históricos.

La mayoría está empezando, quieren comerse el mundo a puños, se les hace chico el mar para hacer un buche de agua. Hay que dejarlos que sigan divirtiéndose, en algo tienen que gastar la partida de viáticos, hoy que la austeridad apremia.

Hay ocasiones en que los políticos hacen el trabajo periodístico, por lo menos lo facilitan. La de ayer fue una jornada de esas, con declaraciones para la historia del senador panista Javier Lozano y la diputada federal por Sonora, Susana Corella, del PRI.

En Puebla hicieron a Lozano la pregunta de moda, que si estaba dispuesto a reducir su salario a la mitad. Va la transcripción de la parte sustantiva: “No por que yo vivo de esto, esa demagogia de decir con mucho gusto doy la mitad de mi salario ¿Y luego a robar o qué? Ese es el tema”.

Ante el temor de ver reducido su salario a la mitad, el senador poblano no ve otra sino robar ¿O qué? Y además está seguro de que el tema es justamente ese, es decir la disyuntiva entre la reducción o el robo.

¿Dónde sería menos peligroso Lozano, con un antifaz en las calles de Puebla o  con fuero en el senado? Quizás en las calles haga menos daño, así por lo menos sería ladrón de oficio no disfrazado, como muchos de sus colegas en las cámaras.

La diputada Corella es más rollera: “La gente piensa que los diputados ganamos mucho y no es así. Son muchos los gastos, el simple hecho de ir y venir, tener que rentar, el movernos, son muchos los gastos y no alcanza”.

Sin contar bonos navideños, moches y compensaciones extralegales por votaciones complejas, los diputados ganan en promedio dos millones de pesos anuales y además reciben boletos de avión, gasolina y mil prestaciones más ¡y a la señora se le hacen pocos! ¿Sabrá cuanto gana un jornalero en los campos de Sonora, un pescador de la cooperativa?.

El problema con los legisladores –senadores y diputados- no radica en la cuantía de su salario, que ciertamente es un mar de dinero comparado con el ingreso del 95 por ciento de la población, sino que no lo justifican.

La enorme mayoría son vividores del poder al servicio de su padrino o partido que los postuló, ignoran lo que votan levantando el dedo por instrucción y se acabó. Por eso aprobaron el gasolinazo del que hoy reniegan y tantas otras leyes atentatorias contra los ciudadanos que representan. Pero ya ve, cuando no les alcance, dedicarán su tiempo a robar para completar el chivo.

Establecer un número cierto de ejecuciones es complicado, los gobiernos ocultan el dato cuando está en ascenso, no obstante de acuerdo a diferentes reportes noticiosos, del fin de semana al martes pasado hubo entre 21 y 26 ejecuciones en el estado, más el atentado contra el edil de Batopilas, Israel Varela Ordoñez, que por milagro salvó la vida.

Póngale que son 20 en cuatro días, el promedio sería de cinco diarias, que proyectados al mes rondaría los 150. Es un dato para que Peniche y Carlos Mario Jiménez, el timorato e indeciso fiscal de la Zona Centro, donde se dan la mayoría de las ejecuciones, lo tomen en serio.

Lo cierto es que le restan importancia, para ellos la explicación de la ola mortal es que los ajusticiamientos aumentaron por la detención de ocho presuntos jefes criminales, según la cuestionada versión de la Fiscalía, pues ni los nombres de los detenidos proporcionan para dar credibilidad a su reporte.

Los mismos fiscales muestran su incompetencia, la explicación ofrecida describe un círculo perverso: a mayor número de criminales detenidos; más ejecuciones e inseguridad en la entidad.

Mejor dejen las cosas como están y protejan aunque sea la vida del aturdido, con esas explicaciones generan más incertidumbre que la noticia de las muertes.

El Pony Lara contribuyó con la parte de la Junta Central de Aguas al “show de la corrupción”, como parte de los prolegómenos para el mensaje de los cien días”, del que también forman parte el código de ética y las “3 de3”, presentadas ayer.

En la Junta Central donde le piquen saltan, Carlos Hermosillo la tomó por su botín personal hasta antes de ir a San lázaro y ya sabe usted que el ahijado favorito corrompió todo a su paso.

Además de las tratadoras de aguas residuales observadas en Parral y Camargo, existe otra en Madera que opera cual gotero de enfermería, siendo que supuestamente invirtieron 40 millones de pesos.

Ismael Rodríguez y el buen Pony poniendo el ejemplo, para calentar el ambiente faltaban acciones y sobraban palabras. A ver si Peniche se aplica, como no lo hace contra el crimen.