*Qué tiene Michoacán que no tiene Chihuahua

*AMLO, vileza hecha políticas de gobierno

*Justicia en modo 4T; a gusto del tlatoani

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Silvano Aureoles, corrupto y avieso personaje de la política mexicana que nos dio la izquierda, dejó un hoyo financiero calculado en 50 mil millones de pesos, según fuentes periodísticas, y un estado secuestrado por el crimen organizado. Su herencia es una tierra que poderosos carteles de la droga convirtieron en zona de guerra y un gobierno quebrado.

Javier Corral, vengativo y rencoroso exgobernador de Chihuahua entregó una deuda acumulada en 73 mil millones de pesos, entre deuda directa, bursatilizaciones y adeudo a proveedores. También nos heredó un estado donde el crimen controla amplias regiones en las que se permite la licencia de decidir quienes pueden transitar y quienes no. Es dueño de carreteras y caminos vecinales.

En resultados, los caóticos gobiernos de Aureoles y Corral son muy parecidos, ambos desfalcaron las finanzas y permitieron el empoderamiento del crimen.

Silvano marcado por una prepotencia y corrupción espantosa y Javier por desatender sus deberes en una delirante persecución política contra adversarios personales o partidistas y cerrar los ojos a la corrupción.

¿Qué pasó con el michoacano? Es uno de los candidatos más solidos a ser detenido por la justicia federal. No tardan dictarle orden de aprehensión ¿Y con el chihuahuense? Vacaciona feliz de la vida esperando ser llamado al gobierno de López Obrador. En la justicia versión 4T todos son iguales, pero hay unos más iguales que otros. Es la justicia juarista: al amigo justicia y gracia, al enemigo justicia a secas.

En estos favoritismos subyace una política vil. Por muy corrupto, prepotente y odiado que haya sido Silvano Aureoles, el gobierno de López Obrador debió atender la crisis social, evitar que población michoacana quedase secuestrada por el crimen. Esa inacción calculada paralizó durante meses el puerto más importante del país, generó miles de muertes inocentes y dejó a punto de quiebra las finanzas estatales. En la parte del trato con los gobiernos de Aureoles y de Corral fue parejo, también abandonó a Chihuahua.

Donde existe un diferencia brutal es en el trato que ha dispensado a los michoacanos y a los chihuahuenses. Alfredo Ramírez Bedolla, postulado por Morena, protestó el cargo de gobernador en Michoacán el uno de octubre y solo nueve días después el presidente lo visitó para anunciar un planta de rescate.

Básicamente consiste en federalizar la nómina magisterial, acerca del gasto educativo, y desplegar más de diez mil hombres de la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina para replegar a los grupos delictivos. Es decir, por disposición del presidente, la Federación se hace cargo de los problemas michoacanos. Bien, esa bella entidad está devastada, como dije antes. Más vale tarde que nunca.

En Morelia ofreció razones históricas para el rescate, al justificar que apoya a “Michoacán por que es parte de la historia nacional”, y de voluntad popular: “Vamos a trabajar juntos. Él –Ramírez Bedolla- va a representar, como fue la voluntad del pueblo, a los michoacanos. Pero también va a ser mi representante en Michoacán”.

Excelente, es obligación de su gobierno apoyar a los estados en problemas, pero uno se pregunta y Chihuahua ¿No es parte de la historia nacional? ¿Es más importante la voluntad del pueblo michoacano, por que ganó Morena, que la voluntad del pueblo chihuahuense, por que ganó la oposición?.

Nosotros qué ¿Cuándo viene y anuncia el plan de rescate para Chihuahua? Dos gobernadores corruptos e irresponsables quebraron sus finanzas, siendo el gasto educativo el más gravoso y sabiendo que las finanzas están quebradas con una deuda 73 mil millones de pesos, según la ASE, donde el mayor gasto es el educativo. ¿Cuándo decide hacerse cargo de la nómina magisterial?.

No es envidia escolar del tipo si a él, el maestro, le puso un diez a mi por que un seis. Hablo de un presidente que no tuvo escrúpulos en dejar que dos gobernadores desfalcaran las finanzas estatales y permitieran que grupos del mal se asentaran en sus territorios y, cuando al fin decide actuar, lo hace con un alto sentido partidista, resolviendo los problemas de sus compañeros de partido mientras abandona a los opositores. Excelente que apoye a Michoacán, pero que no olvide a Chihuahua. Esa deliberada inequidad es a lo que llamo vileza convertida en políticas públicas.