*Lo mejor del plan, es el plan en sí mismo

*Un día sin insultos ni provocaciones

*Malos días para ser millonaria

*Zendejas gana el jalón a Quiróz

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Lo mejor del plan contra la inflación propuesto por López Obrador, es el plan en sí mismo. Con un presidente obsesionado con su trascendencia histórica, que usa el insulto al  adversario y la polarización social como herramienta electoral y tiene por política contra la inseguridad abrazar a los criminales, es de agradecerse que haga un paréntesis en su narrativa injuriosa, así sea pequeño, deteniéndose a pensar en las consecuencias de una inflación alta y prolongada en el tiempo.

A cualquier otro presidente le sería exigido concentrase en la crisis económica, es su deber y más si no hay reto mayor, ha empobrecido y sigue empobreciendo a millones de mexicanos. A López Obrador no, él en vez de gobernar trabaja intentando consolidar una sociedad gris igualada en la pobreza y las libertades atenuadas.

Actúa, desde luego, movido por el peligro de que la inflación le presente una factura muy elevada en costo electoral, de otra forma diría muy orondo “vamos requetebién, nada de qué preocuparse”. Pero al salirse de control queda obligado a dar la cara con un tema que lo desquicia; el empobrecimiento de la gente. Fingir que no existe o culpar al pasado ahora no es opción.

Los especialistas ven luces y sombras en éste plan y el mismo presidente ha reconocido sus limitados alcances, teniendo en cuenta que la burbuja inflacionaria es de escala mundial, nada menos hoy la Reserva Federal de los Estados Unidos subió las tasas de interés 0.50, cuando los especialistas esperaban 0.25.

Cierto, el problema de la crisis económica no es doméstico, pero como muchos retos en ésta era pandémica, en México se han potenciado por la falta de políticas públicas oportunas y pertinentes que puedan contener el infausto golpe. La inflación es uno de ellos, tarde han volteado a verla e intentan contenerla con medidas atávicas de probada ineficacia, como el control gubernamental de precios.

Sin embargo más vale tarde que nunca y en éste caso es mejor hacer algo que permanecer con los ojos cerrados fingiendo que todo va ben, pues cualquier economista sabe que la inflación es el impuesto que golpea con mayor severidad a las clases medias y empobrecidas del país. Los ricos la sufren a través de los periódicos especializados en economía y finanzas; la clase media en sus bolsillos y los pobres en la mesa, cuando tienen una.

Ya negoció con los grandes capitanes de la empresa nacional ¿Cuánto le gusta que permanezca concentrado en el desafío planteado por la crisis económica? Ahí es donde las medidas que pudiesen tener sentido empezarán a rechinar, le doy 24 horas para que vuelva a su habitual narrativa de insultos y polarizar, ahora con el tema del momento; la Reforma Electoral y los traidores a la Patria.

Aún sabiendo que la inflación va contra sus intereses electorales, históricamente ha tenido mala prensa, le resulta imposible concentrarse en buscar soluciones, se trata de quien presume la contumacia como si fuese virtud. Como el alacrán y la rana, la injuria está en su ADN político, aferrado a ella morirá intentando cruzar el río hacia los verdes prados donde reposan los héroes de la patria.

Rompeolas

Gobernación se puso enérgico en serio con las tiendas Del Río, propiedad de la poderosa familia De la Vega. De nada les han servido los millones de dólares para evitar la clausura de medio centenar de tiendas, competencia fronteriza del Oxxo, por presuntas irregularidades administrativas. Parece que están vencidos los permisos. Alejandra de la Vega está teniendo días de perros, los Bravos no ganan una y tiene que seguir inyectándoles groseras cantidades de dinero fresco, su querido amigo Javier Corral está en vísperas de ser llamado ante la justicia y ahora los Del Río clausurados. Trágame tierra, no es lo mismo ser aviadora del gobierno y favorita del gobernador que millonaria ordinaria. Ahora sabemos, entre ricos y políticos todos son iguales, pero hay unos más iguales que otros. Y sí, una pregunta sólo por mortificar ¿Eloy García se aventó el tiro por sus pistolas?.

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Eduardo Zendejas, recientemente estrenado como secretario general de la sección octava, le ganó el jalón a su homologo de la sección 42, Manuel Quiroz, al ser recibido junto con los principales integrantes de su planilla por Maru Campos y parte del gabinete político –léase César Jáuregui-, en las oficinas de Palacio. La platica de la gobernadora con los líderes magisteriales fue de estricta cortesía, todo miel sobre hojuelas, pero llama la atención que recibiese primero a los maestros federalizados que a los del estado. ¿Grilla o asuntos de agenda? No adelantemos, seguramente al rato Maru y Jáuregui se toman la foto con los dirigentes de la 42 y todo queda planchado. Sin embargo las especulaciones ahí quedan, los prófugos del gis tendrán mala ortografía pero son muy buenos para la grilla.