*El gran gesticulador camina sin sombra

*Vileza, cinismo y mezquindad lo pudrieron

*Ismael Rodríguez ¿testigo protegido?

*Despejan camino de Villalobos y Trevizo

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Pactó una entrevista a modo con Fernando del Collado, Tragaluz, y terminó exhibiéndose como un ser atormentado, inseguro, opacado, nervioso, “zombi político”. Cinco años de alimentar rencores reciclados dejaron ido a Javier Corral, habita una realidad nutrida por su mente trastornada que le permite fantasear con un juicio indulgente de la historia, sin enterarse de que los chihuahuenses lo juzgaron hace poco más de un año; cada voto por Maru fue un voto en su contra.

Es el gran gesticulador que perdió la elocuencia y, de pronto, quedó desnudo exhibiendo su inmundicia ante la sociedad como el farsante que siempre fue. Ya ni siquiera tuvo ánimos para impostar la voz y decir que todos están equivocados menos él, nadie queda para creerle. Pero sigue teniéndose como el valiente luchador que iba contra el duopolio televisivo, que lo mismo amonestaba a compañeros de partido que a enemigos políticos. Hoy sabemos que su conducta era una escena, una farsa con la que alimentaba su egolatría y pretendía cubrir su ambición obscena.

Soberbio absoluto, en vez de guardar silencio o pedir perdón por su impostura, en un cinismo colosal intenta victimizarse hablando de campañas persecutoras, venganzas políticas, linchamientos, efectos distractores. Es tan miserable y vil su conducta que sus intentos de victimización no alcanzan para mover a lástima, desató una persecución feroz encarcelando a inocentes y ahora se dice perseguido. No existe antecedente político de tamaña vileza, ni cinismo mayor para decir que está “en la resistencia” que enfrenta al poder. Muestra esa bajeza humana y da la razón a quienes dicen que sólo piensa en él, que su egoísmo lo llevó a traicionarse a sí mismo.

Ahora, si se siente desamparado y teme por su vida, no es por la supuesta persecución política que repite como estribillo inacabado responsabilizando a la gobernadora Campos.  Está desamparado, ciertamente, por que traicionó al PAN, a los empresarios, a sus amigos y lo hizo al momento de ofrecer la gubernatura de Chihuahua a Morena. Fracasó en su promesa de entregarles al estado y quedó sin facturas por cobrar, perdió asidero político, está sólo y sin que nadie voltee a verlo. Si hoy, desesperadamente, coquetea con Dante Delgado es por que Morena le ha cerrado las puertas. Es un desecho político, Dante tampoco lo recogerá.

Es que no se puede, hay que joderse. Durante la entrevista vierte una mentira tras otra y encima, descarado, afirmar que tiene un compromiso con la verdad, que jamás miente. ¿Qué no busca una senaduría? Se cortaría el brazo derecho por volver al Senado. ¿Qué no soñó con ser Presidente? Hizo la persecución contra Peña y los tiburones del PRI pensando en que sería antesala de su campaña presidencial. ¿Qué no inventó delitos contra nadie? Pregunten a Garfio, a la secretaria de Educación, al joven que cargaba las maletas de Duarte y a otros inocentes encarcelados por sus instrucciones.

Ponga también en su saturado costal de rencores, sucesivos desplantes de mezquindad -lo ha dicho antes, no sólo en Tragaluz- que espera, ruega por que fracase el gobierno de Maru Campos. Como el suyo fue un gobierno caótico, por abandonar sus deberes perdido en la delirante persecución, no soporta ver que la gobernadora tenga éxito recogiendo el tiradero que dejó. Miseria humana, bien dijo un amigo; tras de si, Corral prefiere el diluvio a ver que Chihuahua progrese sin él.

Pero, como reloj descompuesto, en algo tiene razón: los motivos para temer por su vida –confesó que proporcionó nombres de personas que podrían atentar contra su vida a funcionarios del gobierno federal- y la posibilidad de que sea presentado ante la Justicia son muy reales. De quienes puedan atentar contra su vida él sabrá, desafió a grandes tiburones; de presentarlo ante la Justicia lo sabe y espera medio Chihuahua, hizo de su gobierno una abuso constante de poder, dañando severamente al estado.

Hoy Javier Corral, como fantasma, se para frente al espejo y su figura no aparece reflejada, es un hombre que perdió hasta la sombra y quien pierde su sombra es un ser inexistente deambulando por ahí, creyendo lo que no es, mintiendo por costumbre, pidiendo sin pedir una clemencia que no recibirá. Su vileza, cinismo y mezquindad terminaron pudriéndolo por dentro.

Rompeolas

Uno de los pocos amigos –las lealtades se aflojan, acepta- que le quedan a Corral es Ismael, el búlico, Rodríguez. No será por mucho tiempo, quienes conocen al empresario aseguran que pronto será testigo protegido, que no pondrá en riesgo sus negocios protegiendo a un fantasma. Veremos, también dicen que con él hizo Corral su cochinito.

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Las reformas a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Chihuahua se aprobaron como estaban previstas, dejando dos corredores del mismo equipo como los más avanzados para rectoría: Jesús Villalobos Jión y Mario Trevizo, sin que el orden importe. ¿Quedan fueran los directores? Desde luego que no, mientras no haya una definición del Consejo Universitario todos siguen jugando, pero la orientación parece ir en el sentido de los dos anteriores, de otra manera por que habrían liberado los candados que impedían su elección. El otro dato interesante es el manejo de César Jáuregui en los tiempos de la sucesión universitaria; los lleva por nota sin dar oportunidad a incómodas protestas.