Las relaciones entre Chihuahua y la Federación siempre han sido complejas y frecuentemente tirantes, pero nunca la entidad había estado sometida a un trato de segunda, como ahora. Justo es decir que no hay diferencia en relación a otras entidades gobernadas por la oposición, López Obrador ha llevado la politización a grados extremos, afectando a su paso tareas tan sensibles como Salud, Seguridad, Infraestructura, Educación.
Hoy la noticia es Salud, con la cancelación de contratos a cerca de 150 trabajadores del sector, entre médicos generales, especialistas, enfermeras, paramédicos y otras especialidades. La crisis empezó el viernes 29 de marzo, cuando de México convocaron al coordinador del programa “EO23”, para una reunión de zoom donde también estarían presentes coordinadores de Aguascalientes, Durango, Guanajuato, Jalisco, Querétaro y Yucatán, estados no adheridos al convenio general de Salud.
La reunión tenía sólo un fin, informar a los interesados que sus contratos quedaban cancelados y si querían mantenerlos deberían trasladarse a una entidad “adherida”, es decir cualquiera gobernada por Morena. Obviamente los aludidos entraron en shock, llevan años esperando lo que llaman basificación y en vez de que les regularicen su situación laboral reciben la noticia del adiós que les vaya bien. Pronto se percataron de que no podían cometer el atropello en elecciones y, generosos, otorgaron una prorroga al 30 de junio, una vez pasada la elección. Prepotentes, luego pensaron en otra solución; dejar la responsabilidad en los gobiernos estatales, siendo que durante décadas han sido programas federales.
Indigna la manera como López Obrador partidiza temas de la mayor sensibilidad como Salud. Por una parte anuncia la contratación de médicos cubanos de cuestionada capacidad profesional, con la falacia de que no hay suficientes en nuestro país, siendo que su fin es otorgar dádivas a la dictadura pues los supuestos médicos cubanos no reciben su salario, el ingreso va directo al ministerio de Salud del gobierno cubano. Por otra suspenden contratos de médicos que llevan años sirviendo en el sistema federal, porque los gobernadores opositores rechazaron el leonino convenio nacional de Salud que los obligaba a entregar el control de sus hospitales, clínicas y demás instalaciones a la Federación.
Su arrogancia es inaudita, los programas siempre han existido, sólo que antes los conocíamos por Prospera, Oportunidades, Progresa. Pero son los mismos, diseñados e implementados para servicio y atención a los mexicanos más empobrecidos. También siempre han existido los contratos temporales de personal, la diferencia es que los gobiernos anteriores veían por la salud, Calderón “basificò” 60 mil plazas y Peña Nieto 80 mil, ambos sin preguntar qué partidos gobernaban los estados.
¿Sabe cuántos ha basificado López Obrador en sus cinco años y medio? Es triste decirlo: ninguno, cero, nada. Pero eso sí, el señor anulará los contratos existentes en estados de oposición o, única alternativa de mantener el cheque, que trasladen sus vidas al paraíso de los estados ya redimidos. Manipula el presupuesto pensando en la politiquería, pues lo mismo sucede en seguridad, educación, infraestructura, migración. Para los afectados, esas noticias son un despechado mensaje de que se jodan, para eso votaron por los conservadores y no por mí, su salvador. Da coraje.
Sin embargo no se preocupen, ya estamos como en Dinamarca, la farmaciota surtirá cualquier receta en cualquier punto del país. Va muy bien, la primer semana surtió cuatro recetas y, según ha trascendido, ya consiguieron ocupar el diez por ciento de la gigantesca estantería. Un bla, bla, bla de mentiras tras mentiras y una realidad espantosa; el país en franco deterioro. Pero no se preocupen ni se desesperen, tengan confianza, van a ponerle segundo piso, con la juanita todo irá bien. Es de no creerse su cinismo.
Rompeolas
Asesinan a la candidata a presidente municipal de Celaya y el gobierno de Guanajuato tiene la culpa, cancelan contratos a médicos del programa “EO23” y si quieren recuperarlos que paguen los gobiernos estatales, un huracán devasta Acapulco y que los damnificados se rasquen con sus propias uñas. Ah, pero quién maneja el presupuesto a discreción, pues el señor presidente; en nombre de quién se reparten los programas electoreros, pues en nombre de AMLO. Todo lo bueno yo, el mesías, el estiércol que caiga en los gobiernos estatales y mejor cuando son de oposición.
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En Veracruz traen como perico a toallazos a Rocío Nahle. Primero el bochornoso episodio que la obligó a salir de La Parroquia, humillada por los parroquianos que a coro gritaban fuera, fuera, fuera, después la filtración de un video donde mienta la madre -literal- a los cafetaleros, mostrándose una sobrada excesiva hasta para los encumbrados del autoritarismo. Los Yunes pueden dar una sorpresa, la arrogante Nahle va en caída libre. Lo mismo puede suceder en Morelos, Ciudad de México y Jalisco, entidades que los oficialistas hacen en la bolsa. Sigan creyendo en las encuestas cuchareadas que pagan y luego promocionan como verdad absoluta. El dos de junio la sociedad dará una lección de civismo saliendo masivamente a votar.